Querido vecino,

Recuerdo la sensación de esperanza y oportunidad la primera vez que llegamos a Rhode Island.

Hace 23 años, mi familia y yo emigramos de Colombia a Pawtucket bajo asilo político. Mi papá tenía una buena carrera y nos había dado una buena vida a nuestra familia, pero todo eso se terminó cuando empezó a recibir amenazas y luego fue secuestrado por guerrillas en las montañas remotas. Dejando todo, nos escapamos de nuestro hogar porque ya no estábamos seguros en mi país de nacimiento. Tenía 16 años.

Llegamos a los Estados Unidos llenos de la promesa de una mejor vida en una comunidad linda y segura. Sabíamos que iba requerir mucho esfuerzo, pero la seguridad y oportunidad valieron el reto de haber desarraigado nuestra vida e inmigrado a un nuevo país en el cual ninguno de nosotros hablábamos el idioma.

El primer año fue el más difícil. Aunque había estado recién inscrita en una universidad en Colombia, tuve que repetir el último año de la escuela secundaria para aprender inglés. Por mis habilidades limitadas en el idioma, mis maestros creían que yo no entendía conceptos básicos. Fue la primera vez que realmente fue subestimada.

Desde pequeña, mis papás me enseñaron el valor de trabajar, y el valor de la integridad. Entonces, frente a la adversidad, yo me impulsé y me conecté con mi nueva ciudad por medio de involucrarme en servicio a la comunidad. Estudié en Community College of Rhode Island, luego Rhode Island College, y finalmente me transferí a Bryant University para estudiar una licenciatura en Economía y Administración de Negocios. Unos años después, obtuve mi maestría en Administración Pública en la Universidad de Rhode Island, y terminé completando unos cursos de liderazgo con el Instituto para Estudios e Investigación de Rhode Island, New leaders Institute, y en Harvard Kennedy School como Hassenfeld Family Foundation Public Service Fellow – lo cual catalizó mi pasión para el servicio público.

Entonces, decidí postularme para un cargo público. En la última década, he tenido el privilegio de representar a mi comunidad y ciudad en varios niveles del gobierno: como miembra del Comité Escolar de Pawtucket, miembra general del Consejo Municipal de Pawtucket, y actualmente Senadora Estatal, sirviendo en el Comité de Finanzas del Senado y como la presidenta del Comité de Educación del Senado.

Siempre he sentido un agradecimiento profundo por la gran bendición y vector de igualdad que es la educación. Esas experiencias me dieron un nuevo sentido de destino. Existía un tema común en todas las actividades en las cuales me involucré: el servicio. Fue por eso que me sentí impulsada a devolver el apoyo y decirle ‘gracias’ a esta comunidad, este país – mi país – que generosamente abrió los brazos a mi familia en un momento muy difícil.

Mi compromiso al servicio público se reforzó al convertirme en madre. Mis hijos, Arianna Hallel y Alessandro, son mi mundo. Su futuro – y el futuro de todos los niños – depende de las decisiones que tomemos ahora . Necesitamos líderes que impulsarán soluciones de póliza para crear un mejor mundo. ¿Pero cómo podemos lograrlo mientras el Congreso sigue tan disfuncional?

Por eso me postulo para representante en el Congreso de los Estados Unidos. Juntos, podemos crear historia al elegir una Rhode Islander que conoce lo que implica luchar, abogar por nuestros valores, trabajar en coalición con un amplio espectro de gente, y nunca ceder: una mamá trabajadora que entiende lo que está en juego para nuestras familias.


Hoy en día, el Congreso está lleno de miembros que no entienden lo que es empezar sin nada y tener que esforzarse para cumplir obligaciones y llegar al fin del mes. Simplemente no tienen el perspectivo para realmente comprender lo que sufren muchas personas en este país. Esto resulta en que pólizas sean creadas para apilar la baraja contra la gente trabajadora. Creo fuertemente en la promesa de este país – pero desde hace mucho tiempo, y para mucha gente, ha sido una promesa vacía. Quiero que creas, como yo creo, que con esfuerzo y resolución, todo es posible. Seguiré trabajando duro para asegurar que tengamos un futuro grande por delante – para los niños, para las familias, para los de la tercera edad, y para generaciones futuras.

A lo largo de mi tiempo en servicio público, me he esforzado para implementar pólizas que realmente hacen una diferencia – leyes de seguridad de armas más estrictas hasta la codificación de Roe v. Wade en Rhode Island, exenciones de impuestos sobre la renta en la jubilación y los ingresos del Seguro Social, y más. Para algunos candidatos, estos temas son solo temas de conversación. Para mí, hice el trabajo y obtuve victorias legislativas importantes para todos los habitantes de Rhode Island. Mis prioridades en el Congreso se basarán en estos éxitos.

Sé que la educación es una ecualizadora: una educación de alta calidad comienza en la primera infancia y se extiende más allá de la escuela secundaria. Desde mi tiempo en el Comité Escolar de Pawtucket hasta servir como presidenta del Comité Senatorial de Educación, he defendido y supervisado avances exitosos en la educación que no solo beneficiarán a los niños de Rhode Island, sino que también harán crecer nuestra futura fuerza laboral y atraerán más empresas a nuestro estado para hacer crecer nuestra economía. En el Congreso, seguiré siendo una defensora comprometida de los niños y la educación.

También sé que los trabajadores mantienen en marcha la economía de Rhode Island y merecen protección para sus salarios y beneficios, incluida la seguridad de jubilación. Desde expandir las políticas de licencia para familiares y cuidadores hasta garantizar salarios justos para los trabajadores del sector de seguridad y limpieza, he escuchado las voces y las historias de las comunidades a las que he servido. Aportaré la misma tenacidad y dedicación a estos temas en el Congreso y continuaré trabajando para crear un futuro próspero para todos los habitantes de Rhode Island. Porque un Rhode Island próspero es un Rhode Island saludable.

Actualmente luchamos por el acceso a la atención de la salud física y mental, y enfrentamos desafíos laborales en estas áreas. A través de iniciativas como la Ley de Escuelas Informadas sobre Trauma, que establece la línea directa de intervención en crisis 9-8-8, amplía la elegibilidad de Medicaid para todos los niños y amplía la cobertura para las necesidades de atención médica, he trabajado año tras año para abordar estas luchas. Como miembra del Comité de Finanzas del Senado, he asegurado fondos en el presupuesto para inversiones impactantes en nuestro sistema de atención médica y para hacer crecer nuestra cartera de mano de obra. Llevaré este enfoque sobre la política de atención médica y el financiamiento necesario al Congreso, y trabajaré con mis colegas, como siempre lo he hecho, para hacer realidad estos cambios necesarios y trabajar para lograr Medicare para todos.

Es claro que nuestro país está en medio de una crisis. Nuestra democracia está más frágil que nunca. Los derechos de las mujeres están bajo ataque. Los derechos de voto están bajo ataque. Las redes de seguridad social como Medicare y el Seguro Social están bajo ataque. La violencia armada y los tiroteos masivos se han normalizado. Estamos experimentando una emergencia climática con patrones climáticos caóticos que causan estragos en todo el país. La inflación y el estancamiento de los salarios están afectando a las familias trabajadoras, dejándolas elegir entre pagar la hipoteca, el alquiler y las facturas y alimentar a sus familias. Necesitamos hacerlo mejor. Tenemos un Congreso que ya no se habla, y los que sufrimos por eso somos todos los demás. Sé que se necesitará uno de nosotros para hacer una diferencia para todos nosotros. ¡Y es por eso que me postulo para el Congreso!

Hay mucho en juego para Rhode Island y la nación. En esta Elección Especial Primaria Demócrata, tenemos la oportunidad de hacer algo histórico. Podemos elegir a alguien para el Congreso que realmente vive los problemas que enfrentan todos los días los habitantes de Rhode Island, alguien que sepa lo que es salir de la nada en busca del Sueño Americano. Podemos elegir una madre de clase trabajadora que tenga un largo historial de defender a las familias trabajadoras, las personas mayores y las comunidades marginadas. La identidad no lo es todo, pero la representación realmente importa. Me comprometo a ser su voz en Washington y espero que me apoye.

Le pido su voto en la elección especial del martes 5 de septiembre.

En servicio,

Sandra

PD. ¡Me encantaría hablar contigo! No dude en comunicarse conmigo al 401-374-2036 o Sandra@SandraCanoForRI.com.